Nos levantamos en el parking y el tipo de la garita ya estaba por allí. Según Ruben, ya le despertó un par de de horas antes que al resto, por allá por las 8:30. El tipo pedía que pagáramos, pero hasta que no nos levantamos todos se hizo el sueco. Le pagamos 2 y 4 LVT por los dos vehículos respectivamente, desayunamos combinado de zumo, leche, rebanadas con mantequilla y mermelada, y otras con nocilla marca local. Nos vamos contemplar la playa de día, ya que el día anterior estaba anocheciendo cuando
Yo llego cuando ya se estaba secando, y nos damos otro chapuzón. El agua estaba fresca fresca, pero el baño sentó muy bien, y el sol jugaba en nuestro favor a la hora de salir del agua. Hizo muy buen día.
Volvemos al parking y recogemos el campamento. Van llegando coches, entre ellos algunos Saab clásicos, que al parecer participan en un rally-trobada Saab.
El abuelo es folklorico, tunante y bohemio, y estos días un poco cansino en ocasiones también, pero se hace querer.
Llegan más Saab a la terraza; antes de marchar entablo una rápida conversación con una pareja de alemanes, que sorprendentemente hablaban español, y bastante bien por cierto. Me comentan que están de ruta por Letonia, luego Estonia, Finlandia, Suecia y Dinamarca, en 3 semanas. Ahora eran aproximadamente unos 50 coches, y por el camino se unían más hasta juntarse allí unos 150. Los tipos eran bastante majos, habían vivido 2 años cerca de Gibraltar, en La Línea, de ahí su buen español.
Salimos del bar, bastante tocados, y vamos hacía las cuevas de sal Riezupes Smilsu Alas en Kuldiga. Gorka se dedica a calentar los neumáticos durante el camino, lo que acojona a sus pasajeros. Llegamos a las cuevas y negociamos el precio antes de decidirnos a entrar.
Esperamos a que se una más gente y empezamos la visita guiada (inglés y ruso) a las cuevas. Pasamos por distintos pasillos laberínticos y nos hacen dibujar círculos en el suelo mientras nos cuentan historietas y leyendas de cueva. Nos hacemos varias fotos, algunas censuradas.
¿c3po y los ewoks?
Al salir nos entretenemos un rato en los columpios.
Partimos hacía la siguiente parada: Ventspils a 60Km, otra vez hacía la costa Oeste. Seguimos pasando el tiempo como podemos durante las horas de carretera.
Llegamos al centro del pueblo, aparcamos y buscamos la oficina de información turística. Nos damos cuenta de que han cerrado, pero encontramos una dependienta, muy simpática, que nos indica que ver en Ventspils.
No hay demasiado que ver, el muelle, el paseo del muelle y la playa.
De nuevo pasamos un buen rato en los columpios de la playa.
Gorka hace una nueva amiga.
Salimos de Ventspils con destino a Riga (180Km), pero pensando en parar por el camino en algún camping, si es posible, cerca del lago Usma.
Llegamos a una gasolinera en el camino que dispone del plano del lago con todos los campings. Buscando uno barato, encontramos un parking con acceso a un recinto al lado del lago. Este recinto dispone de pista de basket y voleiball, sitio para hogueras, con madera seca y cortada!, mesas, columpios,... Nos lo pensamos un buen rato antes de acceder ya que parece demasiado bueno como para que sea publico. Pasado un rato decidimos pasar la noche allí. Un grupo va a por alcohol en la gasolinera que habíamos parado anteriormente y otros exploran el recinto.
Encendemos la hoguera, hacemos una cena rápida y empezamos a bebernos las cervezas y los cubatas. Por desgracia, la nevera ha estado apagada todo el día, por lo que las cervezas están calientes. Lo solucionamos con el hielo de los cubatas.
Se hace de noche y empezamos a recibir la visita de los nativos. Primero un par de coches con parejas. Mas tarde una familia llega para pegarse un baño nocturno. De repente aparece al lado de la hoguera la hija, Santa, por
Vini
