El trayecto a Helsinki era 1h 45min aproximadamente, la mayoría de nosotros se pega un siestón.
Nada más llegar el mal tiempo se apodera del entorno. Lluvia non-stop, sin ser muy dura, pero mal rollo. Vamos a la oficina de turismo y allí nos hacemos con unos planos con los puntos de interés de
A esa hora el clima ya había cambiado totalmente y hacía un sol fantástico no visto hasta el momento durante el viaje. Dando un largo paseo vamos a ver el monumento estilo “tubular bells” que está a las afueras: Sibelius Monument. Nos tiramos unas fotos y procedemos a hacer un poco el mongo, como de costumbre.
Buscamos un sitio para comer. A medio camino, nos encontramos un cordón policial de los Polis por un atraco a un banco.
Estamos un poquito cansados y volvemos en tranvía. Genís se deja la chaqueta en el indio, pero no hubo problema para recuperarla tras bajar del tranvía en la siguiente parada.
Vamos por una rambla en busca de unas estatuas que no encontramos, pero nos tomamos un helado en su lugar, retozando un poco en
Llegamos a Tallin a las 20.30h, tras las respectivas siestas en el ferry.
El día pinta bien, aunque estamos un poco cansados. Visitamos el centro rápidamente desde el camino del ferry a un bar recomendado por Maiken donde hacen cerveza casera.
Llegamos al bar; las camareras llevan ropa típica regional (de hace unos siglos, suponemos) y está ambientado de época. Nos metemos en una sala donde cabemos los 10 justos. Pedimos una ronda de cervezas y algo para picar. El sitio barato no es, pero pedimos otra ronda y más cosas para picotear.
Maiken llegará luego por la zona y nos llevará a más bares. Tras intentar entrar en un par de bares con terraza (PepperSack y otra más) muy bonitos pero que estaban a punto de cerrar, terminamos en otro llamado Clazz. Allí encontramos a un grupo de 3 españoles de Vitoria que estaban de ruta también; intercambiamos impresiones y nos recomiendan fervientemente visitar Krakow. Gaby se pone melancólico al ver a dos chicas con un portátil mac, y anhela sobar el suyo. Aparece Maiken con su novio, nos tomamos allí unas copas.
Luego nos dan un paseo por el centro antiguo de Tallin, que de noche es curioso a la par que bonito. Nos llevan a la zona menos turística de la ciudad; primero a un bar de cuñaos y pozzís estonios, donde nos sirven un chupito matarratero acompañado de un montadito de boquerones con una rodaja de huevo duro, con pinta de ser de antesdeayer.
Abrumados por tanto personaje sin dientes y música de acordeón nos vamos a otro bar siguiendo a Maiken. Woodstock se llamaba el garito, y como no, ponían música rock. Concierto de Queen en el proyector con el vocalista de Bad Company (o Reputation, hagan sus apuestas). Una ronda de birras y unos billares. Empiezan a aparecer frikis, unos de Dinamarca, otros de Tallin. El príncipe de vequelar con palo propio de billar, otro llamado Igor con una pea de tres pares de cojones con conversación simple en frases como “my friend” y apretón de manos haciendo toda la fuerza que podía... Freak power!
Gorka se curra un chupito de Kalhua + Coaintreau, en un plato y dándole lumbre. Se tenía que chupar con los dedos del plato mientras estaba ardiendo, y al que se le apagara tendría que bebérselo; le toca al novio de Maiken.
Seguimos por allí con las cervezas y haciendo noche, hasta que llegan las 4 y decidimos marcharnos. Tras un periplo extraño para llamar unos taxis y unas actuaciones improvisadas de los freaks del lugar, nos vamos al apartamento y fragoneta a dormir.
Algunos van más tocados que otros, yo hago un par de croquetas en la cama antes de dormir, y no hago más porque me entra el mareo.
[CENSURADO! Existe un video de las croquetas de Vini, pero si lo publicáramos arruinaríamos su carrera.]
Vini
Genís
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